WA Cares ayuda a planificar el proceso del envejecimiento y el cuidado a largo plazo

La historia de Vicki:

Parece que siempre he sido cuidadora.

Primero fui madre soltera responsable de tres niños. Luego me convertí en asistente de cuidado domiciliario de personas con cáncer, Alzheimer y otras discapacidades. Pero a medida que me acerco a la jubilación, soy yo la que lucha con algunas de las tareas básicas de la vida diaria.

La artritis agresiva hace que incluso caminar resulte difícil. Como tengo experiencia directa apoyando a personas que necesitan ayuda, sé que algún día seré yo quien necesite que alguien me ayude.

Cuando las personas escuchan “cuidado a largo plazo”, probablemente se imaginan a alguien muy mayor y enfermo que vive en un asilo para ancianos. El cuidado a largo plazo es solo un término para cuando se necesita un poco de ayuda para hacer los quehaceres diarios como vestirse, bañarse, administrar los medicamentos, preparar las comidas, y movilizarse. Una lesión, enfermedad o dolencia puede suponer limitaciones que dificulten la realización de estas tareas básicas. Y a menudo vivimos negando que estas limitaciones pueden afectarnos a cualquiera de nosotros, a cualquier edad.

Una nueva forma de pagar los servicios de cuidado que necesitamos.

El hecho es que la mayoría de nosotros necesitaremos servicios de cuidado o seremos cuidadores de un familiar o un amigo. Y seamos realistas, la mayoría de nosotros (el 90 %) no tiene dinero ahorrado para pagarle a alguien que nos ayude. Muchas personas no se dan cuenta de que Medicare y los seguros médicos no cubren el cuidado domiciliario ni la estancia en un centro de cuidado a largo plazo. Tampoco cubren equipos médicos como andadores y sillas de ruedas, ni adaptaciones en el hogar como rampas y duchas a ras de suelo.

Hasta ahora, solo teníamos tres opciones para pagar la ayuda domiciliaria:

• 1. Pagar por cuenta propia con nuestros ahorros o ingresos;

• 2. intentar contratar una costosa póliza de seguro privado de cuidado a largo plazo. Pero hay que tener en cuenta que a la mayoría se la negarán si padece una enfermedad pre-existente. Estas pólizas cuestan entre $5,000 y $7,000 en promedio al año para una pareja de 65 años. Además, deberá pagar cuotas mensuales incluso después de jubilarse; o

• 3. agotar los ahorros de toda la vida y vender todos los bienes para poder acceder a los servicios de Medicaid.

Pero Washington ha creado una nueva forma: el Fondo de WA Cares, que ayudará a los trabajadores, incluso a los que están apunto de jubilarse, como yo.

El Fondo de WA Cares le proporciona $36,500 (que aumentan según la inflación económica) en fondos flexibles cuando necesite servicios de cuidado. Puede ser cualquier eventualidad, desde una lesión inesperada hasta una enfermedad como la artritis reumatoide, la diabetes, el lupus, el cáncer o la demencia.

Para personas como yo, $36,500 es una gran ayuda. Me permitirá pagar a un asistente de cuidado domiciliario durante unas horas a la semana para que me ayude con las comidas, la administración de los medicamentos, el transporte o las adaptaciones en el hogar. WA Cares es una red de seguridad que proporciona dinero para pagar a un asistente de cuidado domiciliario para pagar su tiempo por brindar cuidado a un ser querido. Estoy segura de que WA Cares estará ahí para mí cuando me enfrente a las inevitables limitaciones que conlleva el envejecimiento.

Transcripción del video

“Siempre he sido cuidadora. Primero como madre soltera responsable de tres niños. Luego como asistente de atención domiciliaria de personas con cáncer, Alzheimer y otras discapacidades. Gracias a los legisladores, el WA Cares Fund cubre ahora a un millón de personas que están próximas a jubilarse”.